(27 DE DICIEMBRE, 2021) Por J. Jesús Esquivel.
Washington – Aunque soy de Reyes Magos, por aquello de no te entumas, como decimos Entre calaveras y diablitos, esta es una carta para Don Santa Claus, por si le sobra algo en su costal.
Le pido que a los mexicanos nos regrese la paz, la libertad y la tranquilidad de movernos y viajar libremente por nuestro país sin el miedo a que desaparezcan a nuestras niñas y mujeres. Que no haya secuestros, extorsiones ni bloqueos. Que los políticos y gobernantes dejen de mentir, que el humanismo los haga normales, que se acabe la corrupción y la impunidad, por favor.
Exijo -y esto no lo pido porque eso corresponde a su tierra, Don Santa Claus- que a Joe Biden no se le ocurra hacer la guerra y que no le haga caso al Pentágono ni a los dueños de la industria militar.
Quisiera que a todos los migrantes del mundo no los azotemos con nuestro racismo, intolerancia y ostracismo. Que a Donald Trump le duelan las muelas y se muerda la lengua para que deje de decir tonterías y de promover la discriminación y xenofobia. Que el presidente Andrés Manuel López Obrador deje de llamar “amigo” al expresidente pelos de zanahoria, porque nunca nos trató a los mexicanos con respeto y dignidad; nos tildó de narcos, violadores y causantes de todos los males en Estados Unidos, hasta quería que le pagáramos la construcción del muro del odio. Y que AMLO se acuerde de su libro “Oye, Trump”.
Quisiera que de su talega de regalos nos deje trabajo, es lo que queremos todos porque pedir que se acabe la pobreza está en chino y complicado.
Si se pudiera, que se terminen los privilegios del presidente consejero y de todos los demás consejeros del INE, ganan muchísima lana, Don Santa; con los billetes que se llevan a sus cuentas bancarias, ganados con el sudor de sus intereses políticos, se acabaría la escasez de alimentos y de escuelas en muchas poblaciones de mi México lindo y querido.
A los legisladores federales, Don Santa, quíteles tanto privilegio, que se acuerden que representan al pueblo y que están para servir a sus constituyentes y no a la inversa.
Si pido mucho, ni modo, al que no habla no lo escuchan. Que la memoria y la responsabilidad regrese al fiscal Alejandro Gertz Manero; siguen pendientes un titipuchal de casos de investigación y aplicación de justicia. Van unos cuantos, pero urgentes: Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, Manlio Fabio Beltrones, Carlos Romero Deschamps, Manuel Bartlett Díaz, Arturo Montiel y Carlos Salinas de Gortari. Son muchos los que han saqueado al país, Don Santa, pero con estos me conformaría.
A los narcos hazlos entrar en razón, que dejen de llevarse entre las patas a la gente inocente, que si entre ellos quieren resolver sus broncas a balazos y no abrazos, lo hagan sin afectar a otros. Y que en su país, Don Santa, el gobierno se haga responsable de la demanda y consumo de todo tipo de drogas ilegales; es un tema de salud pública y de educación, no de buscar culpables en otros países.
Póngale un tapón al oleaje de las armas de norte a sur que empodera a criminales, ya basta de tanto muerto; ¿no le parece, mi Santa Claus?
Y hablando de la huesuda, sin invocarla, que se acabe la pandemia. No le deseo mal a nadie, quiero justicia nada más, y así que durante el juicio en Nueva York contra Genaro García Luna, los fiscales del Departamento de Justicia de su nación, Don Santa, no nos salgan con sus mentiras y arreglos políticos en lo oscurito. Que expongan todo lo que tienen y saben de ese Sexenio de la Muerte de Felipe Calderón, quien a los mexicanos nos acostumbró a los muertos y de un tirón borró la sensibilidad humana en toda la república. Por favor, por favor, señor de las barbas blancas, que exhiban a Calderón, que expongan que sí sabía lo que hacía García Luna. Si lograra, Don Santa, que a Calderón lo responsabilicen de la muerte aunque sea de una mexicana o un mexicano inocente, me comprometo a llevarle semanalmente su botella de Bacardí al bote.
Ya casi termino, Don Santa: que la incongruencia no siga creciendo en el gobierno de AMLO, que nos aclare los casos pendientes y no nos deje chiflando en la loma. Que no olvidemos que lo más importante es leer y, de pilón, que chifle a su máquina el América y que los Apestosos de Dallas siempre queden eliminados. Eso es todo.